Hacer unos presupuestos públicos sensibles al género es hacerlos expresamente responsables con el objetivo de la eliminación de las desigualdades entre hombres y mujeres. Es vincularlos a objetivos que, siendo tan importantes y tan permanentes, deben tener reflejo explícito en las cuentas públicas.
La lucha por la eliminación de la desigualdad social y por la igualdad de oportunidades vitales, es un objetivo progresista; es un empeño que permanece y mueve con propulsión las principales transformaciones sociales y el desarrollo armónico y sostenible de los pueblos. Este objetivo fundamental y común a todas las sociedades evolucionadas, cobra especial trascendencia cuando hablamos de género…